Datos técnicos:
Lugar: Donón (Cangas)
Distancia: 25 km
Duración: 6 h
Dificultade: baixa
Nuestra ruta discurre por senderos bien conocidos en algunos casos pero el trazado es original nuestro por lo que no existen señales específicas. Comenzamos en la escultura de la caracola y seguimos por la pista derecha de tierra bordeando algunas casas hacia Monte Facho. Por este tramo se pueden apreciar algunas señales rojas y blancas de sendero de largo recorrido (GR) porque coincide con el Ruteiro do Morrazo.
A unos 500 m. la pista sigue de frente pero nosotros debemos tomar por izquierda por un sendero empedrado hacia las excavaciones. A unos 300 m. la ruta del GR sigue de frente pero debemos tomar a la izquierda en un fuerte ascenso por una senda amplia aunque poco definida entre los árboles para alcanzar la cercana cima del Monte Facho. Pronto en senderos observaremos los primeros castros del asentamiento celta y al final la garita de vigilancia que se instaló con fines militares en tiempo mucho más reciente. Un cartel explicativo nos informa del pasado celta y posterior ubicación de un templo romano y tras su lectura podremos sin duda gozar de la espléndida vista de la Costa da Vela, un lugar privilegiado no en vano elegido por los antiguos pobladores para su asentamiento.
La ruta continua desandando el camino hasta el inicio, para luego tomar la pista ancha junto a los carteles informativos que parte hacia los cabos. Transcurridos unos 400 m. giramos a la izquierda por otra pista (la de regreso de vehículos por los que habrá una señal de acceso prohibido para coches) y a escasos 100 m. nos volvemos a desviar a la derecha por otra pista menos usada y más estrecha es ascenso para ir cresteando ligeramente por la zona central de la pequeña lengua de tierra que se adentra en el mar.
Este tramo en pequeño ascenso nos permite en su punto alto disfrutar de la vista de ambas vertientes, la costa exterior a la derecha y las playas de Barra y Nerga a la izquierda ya dentro de la Ría de Vigo. En las dos bifurcaciones que nos encontraremos en el tramo siempre es a la derecha, una primera 1 km. aprox. y otra 800 m. más adelante tras dejar (entre medio de ambos desvíos) una caseta en ruina a la izquierda desde donde se observa una excelente vista de la costa de Nerga.
El último giro a la derecha nos devuelve a la pista principal por la caminaremos muy poco hasta encontrarnos con la desviación a derecha, entre dos rocas, que nos acercará a los dos faros de Cabo Home, el 'gordito' rojo (a la vista) y el estirado blanco más a la derecha.
Bajaremos bastante por esta pista ancha hasta una pista menos transitada que sale oblicua derecha en ligerísimo ascenso. Tanto la principal como ésta conducen hacia los dos faros pero la segunda nos parece un acceso más acorde que nos acerca a los riscos y la senda que nos lleva al faro blanco desde donde se abre una vista espectacular y se puede observar de cerca sin peligro el batir de las olas. Luego damos la vuelta y nos dirigimos hacia el faro rojo acortando por la variante junto a la caseta-transformador para observar otra prespectiva de este precioso trozo de costa del Morrazo.
Realizada la visita volvemos por la pista principal hasta el vallado. Seguimos pegados a la valla hasta la caseta de guardar los contenedores donde tomamos un caminito de bajada a la Playa de Melide. Cruzamos la playa hasta el final de la misma y allí podremos observar una senda estrecha que parte ascendente por la derecha hacia el faro de Punta Subrido.
Atravesando este trozo de monte bajo alcanzamos el faro y el punto que nos permite una vista ya interior de la Ría de Vigo, todo esto siempre con las islas Cíes de testigos, muy cercanas a la vista, no en vano en su día pertenecieron territorialmente al Concello de Cangas aunque al final fue la ciudad de Vigo la que logró incluirlas dentro de su término municipal.
El sendero acaba en las rocas del final de la playa que, debemos advertir, es considerada naturista o nudista. Nada más bajar a la playa nos dirigimos hacia el interior salvando el riachuelo y la duna tras la cual nos encontramos con un gran arenal entre el arbolado. Los caminos por esta zona son casi infinitos y cualquiera vale siempre que nos dirijamos perpendiculares a la línea de playa y hacia los picos de montaña que se ven al fondo. Como referencia nos vale que tenemos que dejar a la izquierda un rudimentario campito de fútbol con dos porterías pequeñas de tubo.
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